Existe un mito de origen desconocido, muy extendido, que dice que solo pueden comunicar las organizaciones grandes. Sin embargo, eso no es así en absoluto: ¿Qué empresa no escribe correos comerciales, no tiene página web, no interactúa con las personas de sus equipos? Seguro que la tuya lo hace, aunque no cotice en bolsa. No es un terreno reservado a las grandes empresas o a aquellas que tienen años de trayectoria. La comunicación, hoy más que nunca, es un territorio al alcance de cualquier organización. Un territorio que puede, y debe, orientarse con intencionalidad y estrategia, convirtiéndola así en una aliada clave para cualquier compañía, al margen de su tamaño y de su volumen de facturación.
Todas las empresas, todas, comunican: también las que no lo hacen. Así que, ni “Es que somos muy pequeños”, ni “¡Pero si no tenemos nada que contar!”. Este tipo de argumentos hoy ya no sirven, y en este artículo vamos a explicarte por qué. A continuación, te contamos cuatro razones para que tu empresa active, si no lo ha hecho ya, esto de la comunicación. Eso sí, de poco sirve lanzarse como pollo sin cabeza: la comunicación, para ser eficaz, debe ser estratégica y se debe de gestionar de forma profesional.
En clave externa, que nuestra empresa comunique le permitirá ganar notoriedad y, poco a poco, ir construyendo su reputación. En clave interna, permitirá ir creando una cultura compartida y un vínculo entre las personas que forman la empresa.
Para eso, tendremos que ser capaces de mostrar de forma clara y coherente quiénes somos y qué tenemos que ofrecer. Tendremos que encontrar nuestra singularidad y contarla a los cuatro vientos, de manera consistente por todos nuestros canales: webs, redes sociales, prensa, dosieres comerciales…, así como a través de los medios de comunicación. Que sí, que también pueden ser para tu empresa.
En estos tiempos de sobreinformación, quien no comunica, prácticamente no existe. ¿Qué hará un recién licenciado en una de esas carreras con tanta demanda cuando tenga que decidirse entre dos ofertas de trabajo? Hoy el talento escasea y la comunicación corporativa es clave para la captación de personal. ¿Y qué sucede cuándo un experto en compras de una compañía busca nuevos proveedores de servicios? Si nuestra presencia en internet es sólida y además va acompañada por informaciones en sitios que no son nuestros (como noticias o reportajes en medios, colaboraciones en post de terceros, publicaciones en Linkedin de clientes o colaboradores, etc.), tendremos muchas más probabilidades de que nos escoja por encima de quien ni está, ni se le espera.
Seamos realistas: por muy bien que hagamos todo, las cosas en algún momento pueden torcerse. Si nos enfrentamos a una crisis de negocio o de reputación, el suelo para nuestra caída estará más mullido si contamos con una base comunicativa fundamentada sobre unos principios fuertes, con un público que nos conozca y una buena reputación por detrás. Además, sacar la cabeza de esas aguas revueltas y remontar será más rápido porque ya contaremos con una base de credibilidad y no tendremos que construir todo desde cero.
Toda relación necesita presencia, atención y cuidado. A través de la comunicación puedes tejer lazos con tus públicos (clientes, trabajadores, proveedores, administración...) de forma eficaz. Contar con un plan que nutra de contenido nuestros canales de comunicación nos permitirá trabajar esas relaciones. Con una comunicación meditada y regular, podremos mostrar a todos nuestros públicos que nuestra compañía está viva, que sabe hacer (y contar) bien las cosas y que es fiel a su propia identidad y valores. Así conseguiremos mantener la atención de quienes nos conocen y, a medio plazo, atraeremos el interés de terceros.
Podemos, asimismo, incluso activar la relación con los medios de comunicación ¿Imaginas cómo te verán tus clientes cuando aparezcas como fuente informativa en un reportaje firmado por un periodista en un medio de referencia, además de ser tú mismo quien te explicas en tu web?
Son más, pero hemos seleccionados estas cuatro razones para contarte por qué tu empresa debe comunicar en canales propios y ajenos -como los medios de comunicación, por ejemplo-, sea cual sea su tamaño, su sector de actividad o su volumen de facturación.
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